¡Dulcísimo
Jesús Nazareno! Postrado a Tus pies, reconozco mi pecado e infidelidad y,
arrepentido de todo corazón propongo, con Tu ayuda, no volver a ofenderte.
Animado por Tu infinita bondad y por los muchos dones y favores que concedes a
los que te imploran, misericordia y perdón, Te pido, ¡oh Buen Jesús!, que, en
memoria de Tu Pasión, atiendas mis
súplicas, si son de Tu agrado y voluntad para provecho de mi alma y de mis
hermanos. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario